lunes, 22 de septiembre de 2014

DELICADO PANORAMA EN EL SUR DE CORDOBA.


EL SUR DE CORDOBA ...

La delicada situación de orden público que vive el sur del departamento de Córdoba es responsabilidad del abandono del Estado, pues los políticos solo lo visitan en época de campaña electoral y luego lo abandonan.
La afirmación fue hecha por el obispo de Montelíbano, monseñor Luis José Rueda Aparicio, quien lideró una caminata por la paz en la cual participaron cerca de 40 sacerdotes para llamar la atención de la comunidad y del Gobierno sobre la necesidad de la presencia del Gobierno en la zona.
El séquito de sacerdotes llegó hasta el punto exacto donde fueron masacrados siete miembros de la Policía nacional y donde cinco más resultaron heridos. Allí elevaron una oración para que situaciones como esas no se repitan en el departamento de Córdoba, ni en ninguna región del país. “Nos duele la violencia, la muerte de seres humanos porque todo acto violento es un no a la vida ya sea que los muertos sean campesinos, obreros, estudiantes, soldados, policías, guerrilleros, paramilitares, delincuentes, pues cada hombre y cada mujer es hijo de Dios padre. Como Iglesia promovemos y defendemos el don de la vida humana  desde la concepción hasta la muerte natural”, señaló el vocero católico de la región.
El obispo sostuvo que están convencidos que esa masacre de policías es un signo doloroso de una verdad más grave y es precisamente la indiferencia social del Estado.
Aunque no se refirió a obras o proyectos específicos también cuestionó el hecho que en el sur de Córdoba se adelanten macroproyectos, sin tener en cuenta la cultura y la organización de los afrodescendientes, Emberas y Zenúes, condenándolos al desplazamiento y a la desaparición.
Denunció que las bandas criminales y las Farc son los promotores de los cultivos de coca en la región y que están obligando a los campesinos a dejar los cultivos de pancoger para dedicarse a los de coca.
El obispo criticó duramente el manejo que se le ha dado en la región al sector de la educación, la salud y a los servicios básicos indicando que no es justo que la educación se politice y que se use para ganar votos o pagar favores electorales, que el 80 por ciento de los municipios del sur no tenga agua potable y peor aún que tengan un solo médico por cada cinco mil habitantes.
Finalmente hizo un llamado a cada persona para que asuma la responsabilidad que cada uno tiene en la construcción de la paz y a buscar el camino de conversión como sendero hacia la misma. 

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